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Un Año como Directora en la PSF

Hace un año comencé uno de los capítulos más significativos de mi vida en la comunidad Python: me convertí en Directora de la Python Software Foundation (PSF). Ahora que ha pasado este tiempo, quiero detenerme a reflexionar sobre cómo ha sido esta experiencia, lo que he aprendido y lo que significa servir en este rol.

Cuando me uní por primera vez, mi proceso de inducción estuvo a cargo de Dawn Wages, quien con mucha amabilidad y paciencia me explicó las responsabilidades de ser directora y me presentó al resto de la junta. También tuve una reunión con Deb Nicholson, Directora Ejecutiva de la PSF, quien me dio la bienvenida y me ofreció una visión general de lo que implica servir en la Junta Directiva. Aunque llevaba años profundamente involucrada en la comunidad Python, asumir este cargo fue una experiencia completamente diferente. Desde dentro, la PSF se ve mucho más compleja que desde fuera, y eso fue a la vez emocionante y un gran aprendizaje.

Cómo Funciona la Junta

Una de las primeras sorpresas fue descubrir el nivel de orden y estructura en nuestras reuniones. Estas siguen las Reglas de Orden de Robert para mantener discusiones organizadas y justas. Al inicio, me parecían muy formales — mociones, segundos, votaciones, agendas cuidadosamente gestionadas — pero pronto comprendí la importancia de este marco. Con directores distribuidos en distintas zonas horarias y culturas, estas reglas aseguran que todos tengan la oportunidad de ser escuchados y que las decisiones se tomen con claridad y respeto.

La junta se reúne una vez al mes de manera virtual, generalmente durante unas dos horas. Dos veces al año nos reunimos en persona: en PyCon US y en otro encuentro tipo retiro en alguna parte del mundo. Este año, ese retiro nos llevó a Malmö, Suecia, donde pasamos dos días trabajando juntos en discusiones clave. Estos encuentros presenciales son valiosos porque nos permiten enfocarnos en la estrategia a largo plazo: las finanzas de la Fundación, el programa de becas, el programa de miembros honorarios (Fellowship), el apoyo a PyCon US y otras cuestiones de gran alcance sobre cómo la PSF puede seguir sirviendo a la comunidad global de Python.

Entre reuniones, la mayor parte de nuestra comunicación ocurre en Slack, donde mantenemos múltiples canales activos para conversaciones en curso. Esto nos permite discutir propuestas, compartir actualizaciones y prepararnos para decisiones futuras. También crea un espacio para intercambios más informales que fortalecen la colaboración y nos ayudan a mantenernos conectados a pesar de las zonas horarias.

Es importante aclarar que la junta no se encarga de las operaciones diarias de la PSF. Ese trabajo lo lleva a cabo nuestro talentoso equipo de staff, que hace un trabajo increíble gestionando los programas y el funcionamiento de la Fundación. Como directores, nuestro rol es brindar supervisión, aprobar presupuestos, establecer políticas y ayudar a definir la dirección de la Fundación. Operamos a nivel estratégico, asegurando que la organización sea sostenible no solo hoy, sino también en los próximos 5 a 10 años.

Ser parte de la junta también conlleva responsabilidades fiduciarias, como garantizar que los fondos de la PSF se utilicen de manera responsable y en línea con nuestra misión. Esto implica aprobar presupuestos para PyCon US, ajustar recursos para grupos de trabajo — como el de Código de Conducta, que ofrece capacitaciones a miembros de la comunidad y organizadores de conferencias — y tomar decisiones sobre inversiones a largo plazo. Puede sonar abstracto, pero son tareas críticas para la salud de la Fundación y la confianza de la comunidad.

Otra cosa que he aprendido es que ser parte de la junta también requiere confidencialidad y criterio. Aunque las actas de las reuniones son públicas, las discusiones que llevan a esas decisiones son privadas. Esa confidencialidad permite que tengamos conversaciones abiertas, a veces difíciles, donde los directores puedan compartir distintas perspectivas antes de alcanzar un consenso.

Finalmente, servir en la junta no se trata solo de tomar decisiones formales. También implica representación y defensa de la comunidad. Cada director aporta ideas, preocupaciones y prioridades desde las comunidades que representa. Somos un puente entre la PSF y la red global de comunidades Python, asegurándonos de que las voces de los organizadores locales y los grupos subrepresentados sean escuchadas en el ámbito de la Fundación.

Mi Enfoque Este Año

En mi primer año quise asegurarme de que no estaba aprendiendo solo para mí, sino también de compartir ese conocimiento con la comunidad. Mi enfoque estuvo en acompañar y guiar a organizadores de manera personalizada para que comprendieran cómo acceder a los recursos que la PSF ofrece.

Gran parte de este trabajo ha sido muy práctico:

  • Explicar qué significa ser miembro de la PSF y cómo aplicar.

  • Guiar a grupos en el proceso de solicitar becas y apoyos financieros para eventos y proyectos.

  • Ayudar a organizadores a solicitar cuentas de Meetup Pro para sus comunidades.

  • Aclarar políticas, incluso en detalles como el uso de logos, para que las comunidades se alineen con los estándares de la Fundación.

Este año también formé parte del Comité de PyCon US y del Comité de Membresía, dos espacios donde pude contribuir directamente al fortalecimiento de nuestra comunidad a través de la planificación de eventos, el crecimiento de la membresía y el apoyo a distintos programas.

Tuve el privilegio de representar a la PSF en múltiples conferencias, incluyendo PyCon Colombia, PyCon Latam en México, PyCon Chile, PyCon Panamá, entre otras. Estas experiencias me recordaron lo vibrante y diversa que es nuestra comunidad, y lo importante que es que la Fundación sea visible y accesible en todas partes.

Uno de mis compromisos durante la candidatura fue ayudar a fortalecer los lazos entre PyLadies y la PSF. Este año, esa visión se hizo realidad con la creación de PyLadiesCon, una propuesta que trabajé junto a un grupo brillante de entusiastas de Python. También tuve la oportunidad de mentorear a más de 15 capítulos de PyLadies en el mundo. Poder apoyar y aprender de estos grupos ha sido uno de los grandes puntos destacados de este año.

Por supuesto, asumir este rol también significó que tuve que delegar algunas de mis responsabilidades previas en las comunidades donde ya colaboraba. No siempre fue sencillo, pero fue necesario dedicar el tiempo y la atención que este cargo merece. Lo que descubrí es que, al verme en la junta, muchas personas se acercaron con mayor confianza para pedirme consejo, mentoría o simplemente compartir ideas. Eso es lo que quiero decir cuando hablo de que ser parte de la junta no es solo gobernanza, es también abogar por la comunidad.

Lecciones Aprendidas

La mayor lección de este año ha sido la importancia de la perspectiva. Servir en la junta te permite ver a la comunidad Python en toda su amplitud global. Te das cuenta de que, aunque cada región tiene sus propios retos y oportunidades, todos estamos conectados por el mismo amor por Python y por el deseo de compartir conocimiento.

También aprendí que el rol de un director es, en esencia, el de defensor de la comunidad. Estamos aquí para representarla, asegurando que las decisiones de la Fundación reflejen su diversidad y para ayudar a que Python siga siendo un espacio acogedor y sostenible. El trabajo no siempre es glamoroso — a veces significa leer reportes financieros, revisar políticas o discutir cuidadosamente detalles que tal vez no se ven desde fuera — pero esos detalles importan. Son lo que permite que la PSF continúe apoyando becas, eventos, PyCon, infraestructura y mucho más.

Y quizás la lección más personal: aprendí paciencia. El progreso en la junta a veces toma tiempo. Las decisiones se toman con cuidado porque así debe ser. Puede sentirse lento, pero es una lentitud que garantiza estabilidad, justicia y resultados bien pensados.

Gratitud

Estoy profundamente agradecida por este año. A los organizadores de comunidades que se acercaron con preguntas y confiaron en mí para acompañarlos, gracias. A todos los que siguen construyendo meetups, conferencias y proyectos, gracias.

Al equipo de la PSF, gracias por la dedicación y profesionalismo que aportan cada día. La Fundación no podría funcionar sin ustedes.

Y a mis compañeros en la junta, gracias por su colaboración, su sabiduría y su generosidad. Es inspirador servir junto a personas que se preocupan tanto por Python y su futuro.

Mirando Hacia Adelante

Este primer año ha sido de aprendizaje y crecimiento. Para el futuro, mi deseo es simple: que sigamos construyendo una PSF transparente, inclusiva y que apoye a comunidades en todas partes. Quiero que más personas sepan que la PSF está aquí para ayudarles, ya sea con financiamiento, mentoría, recursos o simplemente como un puente hacia una gran familia global.

Servir como directora ha sido un honor. Espero continuar este camino, defendiendo a la Fundación y trabajando juntos para que Python siga siendo una de las comunidades más acogedoras e inspiradoras del mundo.

Brindo por otro año de servicio, aprendizaje y crecimiento — siempre con gratitud, y siempre con la comunidad en el centro. 💜🐍